SOUNDTRACK: Playlist de Lorena Amkie “para llorar un domingo en la tarde”

07/12/2014 - 12:00 am

Playlist para llorar el domingo en la tarde

No están en ningún orden específico y el domingo, puse el playlist para ver si seguía vigente… Me acabé una caja de kleenex y después tuve que ver una película de Disney.

 

1.- In the arms of the angel, Sarah Mclachlan

En EU hay una asociación que rescata perritos de la calle para darlos en adopción y usaban esta canción para su campaña de TV. Las imágenes de los animales en las jaulas, con esas miradas de terror y pérdida absoluta de esperanza me destrozaban (vale mencionar que soy rescatista). Años después, después de perder a Chuleta, mi perrita rescatada, caí en una profunda depresión y el primer acto que marcó el inicio de mi recuperación fue hacer un viaje de trabajo a EU. Prendí la TV de fondo y de nuevo ahí estaban los ojitos de todos aquellos perros, y esa canción. Ni siquiera puedo escucharla.

2.- Lover you should’ve come over, Jeff Buckley

Uf, los errores cometidos, los amores saboteados y el arrepentimiento que se filtra por debajo de la puerta en forma de pregunta y se va por la ventana abierta en forma de desoladora, definitiva respuesta. Recuerdos de un querido amante perdido.

3.- Broken, Jake Bugg

La letra, que trata del suicidio de una amiga de este cantautor prodigioso que acaba de salir de la pubertad, es suficiente para romperle a uno la madre, pero la voz nasal y el dolor que está ahí presente y a nuestra disposición en cada acorde y en cada sílaba forman un combo mortal. Si, además, ves el video en que Bugg cuenta la historia de su amiga en un bar medio vacío en el que a nadie le importa… uf.

4.- Cuando el amor se va, Los Fronterizos

La calidad de tristeza de esta canción reside en su tono alegre. La letra es simple y directa, sin pretensiones, pura y poética. “Cómo duele el pensamiento de que no me quieres más”… Y no hay nada que hacer, nada que discutir, “no hay para el amor cadenas que lo puedan sujetar”. Como vino, se va. Diablos, qué hermoso.

5.- Lies, Glen Hansard

Mi hermana y yo andábamos paseando por los escenarios del festival de Coachella buscando algo que comer cuando la voz de este irlandés nos enganchó como en esas maquinitas de agarrar peluches y nos obligó a sentarnos en sus gradas diminutas. ¿Cómo podía dar más de un concierto? Dejaba el corazón y las cuerdas vocales en cada rola y yo no me he sacado de encima los escalofríos de su alma expuesta desde entonces.

6.- Hey, that’s no way to say goodbye, Leonard Cohen

Hay muchas de Cohen que pondría en esta lista, pero ésta, de las primeras, sigue siendo rotunda: cuando el amor no basta y hay que tomar caminos diferentes, cuando se ha intentado todo y el dolor que los amantes se causan es insoportable y dentro del odio, las traiciones y el rencor hay un momentito para despedirse, para limpiarle al otro las lágrimas y desear quedar en su memoria como eso: una última caricia.

7.- Learn to be lonely, Minnie Driver en el soundtrack del “Fantasma de la Ópera”

La verdad es que no es la gran canción, ni en letra ni en música, pero aparece en los créditos al final del Fantasma de la Ópera (la adaptación al cine de Andrew Lloyd Webber que veo una vez cada par de meses, al menos) y para ese momento yo ya estoy chillando desconsoladamente en el sillón, envuelta en una cobija. Es que el Fantasma se queda solo, y no es su culpa, y la maldita sociedad, y, y, y… “Learn to be your one companion”… Una canción para decirle “sí, has estado siempre solo y así te vas a quedar, ni modo”. Auch.

8.- These are the days of our lives, Queen

Es una canción alegre, dentro de todo. Las lágrimas son de nostalgia, de cómo pasa el tiempo y se nos va la infancia. En las sesiones familiares de guitarra frente a la chimenea siempre sale, y cada vez ha pasado un lustro más y ¡argh! No puedo soportarlo. Quiero poner pausa.

9.- My immortal, Evanescence

Esta canción me pega, no lo puedo negar y no tengo más argumentos.

10. No surprises, Radiohead

Esta es mi canción de cortar con novios. La versión que me hace llorar es la mía con mi guitarra, pidiéndole a la vida “ya, no me mandes más cosas, ya por favor”. Quiero estar quieta, quiero estar en gris, no quiero sentir nada, nunca más.

11. A little fall of rain, Les Miserables

Otro musical. Eponine, la del eterno amor sin corresponder, muere para preservar el amor de Marius con la otra mujer mientras sobre ellos llueve y es ella la que lo consuela a él por morirse. “Al menos moriré en tus brazos”, le canta. Carajo.

12. Hope there’s someone, Antony and the Johnsons

Claro, Antony podría cantar el Himno de la Alegría y convertirlo en una elegía, pero esta canción me lleva a un lugar de tristeza universal, de todos los que mueren solos, sin saber qué viene después, si alguien los recibirá en el más allá, si simplemente dejarán de existir.

Lorena Amkie nació en la Ciudad de México en 1981, es escritora, creadora de la trilogía Gótica, con las novelas Gothic Girl, Gothic Soul y Gothic Fate. Ha colaborado en diferentes medios y actualmente tiene una columna semanal en SinEmbargo.mx

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